ETIQUETA ENERGÉTICA
Seguro que a estas alturas todo el mundo conoce y sabe interpretar la etiqueta energética que acompaña a todos los equipos de climatización del mercado, pero, como nunca viene mal un poco de información, vamos a recordar lo que se puede encontrar en estas etiquetas, y lo más importante a tener en cuenta cuando adquirimos nuestro nuevo equipo.
Fue en el año 2.004 cuando se aplicó la obligación de que todos los sistemas de aire acondicionado debían llevar su propia etiqueta energética, para que de esta manera el usuario pudiera conocer la información referente a potencia, rendimiento, y demás características de un equipo.
En 2.013 la Comisión Europea decidió renovar la etiqueta energética que llevaban los equipos de aire acondicionado introduciendo además 2 escalas de eficiencia energética: una para verano (índice SEER) y otra para invierno (índice SCOP).
Además de lo descrito anteriormente, otros apartados que encontramos en las diferentes etiquetas son los siguientes:
–Nombre del fabricante.
-Tipo de producto y modelo.
-Consumo.
-Potencia refrigerante. Informa la carga de diseño en KW, y además nos muestra una estimación del consumo anual de energía.
-Clasificación y eficiencia energética. Para determinar el consumo energético que va a suponer un equipo contamos con una escala de colores y letras, que van desde el verde oscuro al rojo intenso y desde la A hasta la G, y que nos informan desde el más eficiente energéticamente hablando hasta el que necesita un mayor consumo de energía para climatizar adecuadamente. Un equipo de alta eficiencia energética puede llegar a reducir en un 30% el consumo de energía. Hay que tener en cuenta también que las condiciones ambientales externas pueden variar entre países, y teniendo en cuenta que las etiquetas están unificadas para toda Europa, primero tenemos que identificar el color correspondiente a la zona dónde vivimos para conocer la eficiencia del equipo.
-Nivel sonoro: A pesar de que es inevitable que cualquier equipo de aire acondicionado emita sonido al funcionar, los fabricantes, con cada innovación técnica, consiguen rebajar los niveles de ruido, sabiendo que este es uno de los principales inconvenientes que detecta un cliente a la hora de elegir su equipo de climatización.